AFGANISTÁN

El Gobierno de Afganistán negocia la rendición y busca pactar la «transición» con los talibanes

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El Gobierno de Ashraf Ghani Ahmadzai, rodeado en Kabul por las fuerzas talibanes que han recuperado el control casi total de Afganistán, negocia ya la rendición y trata de pactar una «transición» que facilite la «transferencia de poder en un entorno pacífico y seguro».

El encargado de las negociaciones es el ministro del Interior en funciones de Afganistán, Abdul Sattar Mirzakwal, quien asegura que de momento se ha alcanzado un acuerdo preliminar para evitar una ofensiva armada de los insurgentes contra la capital.

Los talibanes, de hecho, han anunciado que no pretenden tomar Kabul por la fuerza y quieren evitar el derramamiento de sangre. Sus tropas ya han tomado los suburbios de la capital y esgrimen el control de las grandes ciudades del Afganistán, que han caído una tras otra en los últimos meses prácticamente sin tener que combatir con el debilitado Ejercito afgano.

Minutos antes de la declaración del ministro, la cadena Al Arabiya ha confirmado la llegada de una delegación talibán al Palacio Presidencial para discutir los términos de la entrada definitiva de los insurgentes en la capital.

Los medios regionales ya informan abiertamente de un proceso de transición que desembocará en la dimisión, en las próximas horas, del presidente Ghani, una figura vilipendiada por los talibán, que consideraban a su gobierno un títere de Estados Unidos.

Por otro lado, fuentes del medio afgano Khaama Press han confirmado que estas negociaciones están fundamentadas en una transferencia de poder a los insurgentes, que será dirigida por el principal negociador del Gobierno afgano, el jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, Abdulá Abdulá.

Las mismas fuentes apuntan incluso el nombre del ex ministro del Interior y ex embajador de Afganistán en Alemania, Ali Ahmad Jalali, como nuevo jefe de este gobierno en funciones, sin dar más detalles.

«A las puertas de Kabul»

Previamente, los dirigentes del autodenominado Emirato Islámico habían ordenado a todas sus fuerzas que se colocaran «a las puertas de Kabul» y que no intentaran entrar en la ciudad para evitar un derramamiento de sangre a la espera del inicio de este proceso de negociación para tomar la ciudad de manera incruenta.

«Dado que la capital, Kabul, es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza, sino de entrar pacíficamente en Kabul. Se están celebrando negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de forma segura», han afirmado en un comunicado.

Los talibán han precisado que, hasta que culminen las negociaciones, la situación de seguridad en la zona quedará en manos «del bando contrario», es decir, el Gobierno afgano. Por último, garantizan a la población su seguridad al afirmar que no están buscando «vengarse de nadie» y que «todos los funcionarios civiles y militares permanecerán a salvo».

Mientras, EEUU ha comenzado la evacuación de su embajada en Kabul y, según el NYT, han convencido a los talibanes para que no tomen por la fuerza por la ciudad y garanticen su seguridad hasta que culmine la salida de todo su personal. Biden, no obstante, ha autorizado el envío de 5.000 soldados para proteger a sus ciudadanos.

 

 

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